Qué hacer y cómo hacerlo en cada momento es básico para que la tarea educativa sea provechosa y de frutos.
La dedicación debe ser constante en el Proceso Enseñanza-Aprendizaje, tanto por parte del Docente como de las Familias, para lo cual debe haber siempre una comunicación fluída.
Cada día debe ser un nuevo reto para el aprendizaje, una nueva oportunidad para reforzar y avanzar hacia nuevos retos en un proceso constante de formación y desarrollo, porque mi objetivo es formarles para, así favorecer su desarrollo integral.
En el Colegio la dedicación del Docente es continua, con una dinámica de trabajo permanente y adaptada a mi grupo de edad y al tiempo educativo, con rutinas de trabajo y descanso que favorezcan el aprendizaje, la relación entre iguales y el intercambio comunicativo.
En la Casa se debe reforzar lo aprendido con las tareas mandadas desde el aula, el Diálogo, la lectura comprensiva y el acompañamiento comunicativo constante.